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Llego al mundo en los brazos de una tejedora y de un modesto carpintero, rodeado por la decoración de la naturaleza en fiesta. Su vida se desarrollo, desde temprano, demostrando a lo que vino, cuando dialogo con los doctores del templo, a los 12 años de edad, conforme dicen las tradiciones.
Convivió con todos los tipos de criaturas, exaltando la simplicidad y la alegría de vivir, (como debiéramos hacer todos) la fidelidad al bien y la fraternidad, la responsabilidad en los actos y el amor. Hablo sobre el bien, sintiéndolo. Enseño el bien, viviéndolo y a él entregándose. (Ojala que todos sepamos imitarle)
Paso por la Tierra como la brisa que sopla en la primavera, dejando el aroma de Su pasaje, en una verdadera floración de bendiciones variadas. Estuvo en el mundo como un marco de permanente esperanza, insuflando coraje en las almas aterradas de pavor ante las propias deficiencias. Vivió en el planeta entre la luz del Cielo y las almas umbrosas de la Tierra, buscando levantar el corazón humano para las altitudes felices, donde vibran los seres angélicos de los cuales El era parte. (y también nosotros cuando desencarnemos)
Aquello que afirmo como fundamental a la alegría y a la paz lo trato de expresar en Su vida, en la condición de Modelo y de Guía de todos nosotros, por eso amo a los Suyos y a ti por ellos dio la propia vida; atendió las necesidades de las almas enfermas que Lo buscaron; ofreció el agua fresca de Su dedicación, a fin de que no tuviese mas sed quien de ella bebiese; sacio el hambre de entendimiento, de conocimiento y de cariño, y salud y todo habiendo transformado en el sublime pan de la vida; Se presento atento y verdadero para con Sus discípulos, ajustado a la posición de Maestro inigualable. (ya nos gustaría ser a nosotros ser una imitación suya)
Acompañando los movimientos de la Humanidad a través de los tiempos, identificamos nobles y respetables almas que, en la postura de líderes o de guías sociales, predicaron el bien, lo bueno y lo bello para sus liderados, que los ensalzan en todo tiempo. Cuando, delante de la indagación de Allan Kardec a los Inmortales acerca de cuál era el Espíritu más perfecto ofrecido al mundo, para servir de Guía y Modelo a la Humanidad, los Mentores planetarios dijeron que era Jesús. Como Él fue, entonces, el mayor de entre todos los que en la Tierra fueron enviados para anunciar el Reino de los Cielos a los aturdidos hijos del Gran Padre, eso significa que todos los demás, por más dignos y respetables que hayan sido, son, con todo, menores que Él.
Mensajeros de la Divinidad, hay muchos, pero ninguno llegaremos a ser lo perfecto que El era, todos seremos unos imitadores de su bondad aunque a través nuestros a veces se hagan curaciones que parezcan milagros, nunca llegaremos a ser ni una decima parte como El, al menos así piensa vuestro servidor Manuel los demás vinieron a atender los programas del Creador atendiendo a las épocas, a las culturas, a las inclinaciones morales.
Jesús, pues, trajo los matices de la Ley que a todos alcanza, sin choques esenciales con ninguno de ellos, aunque el formato propio a la realidades psico-antropológico-sociales de cada uno.
Solamente Jesús Cristo consiguió enseñar y ejemplificar con Su vivir las lecciones que nos paso, y si hoy, cuando evocamos Su luminoso Nacimiento, nos vemos metidos en esas ondas de felicidad, es porque el Señor de Nazaret, más y mejor de lo que cualquier otro, Se transformo en Camino, en Verdad y en Vida para todos nosotros, en todos los tiempos y en todas las dimensiones de la vida terrestre. Dichosos aquellos que continúen su doctrina haciendo el bien a los demás. Imitémosles aquellos que de alguna manera nos esforzamos en hacer el bien a los demás ayudándoles a recobrar la salud, aunque yo me sienta un imitador que no alcanzo nada que a ser un discípulo digno, mitigando sus penas a veces a costa de muchos sacrificios, mucho, amor, comprensión y dedicación, a todos os deseo lo mejor en este año que vamos a comenzar 2.015 si Dios lo quiere os desea vuestro servidor de siempre mientras viva. Naturópata y Sanador. Manuel
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